La nueva etiqueta incluye dos escalas de eficiencia de energía que se basan en la función principal (frío o calor) y en determinados aspectos importantes para el consumidor, como son la contaminación acústica tanto interior como exterior.
Con la aparición de nuevas tecnologías como la inverter, el sistema de medición del consumo se quedaba obsoleto, ya que estos aparatos son capaces de trabajar en condiciones de carga parcial, lo que los hace mucho más eficientes, a la par que mejoran el confort. Amplia la información de los sistemas inverter aquí.
Otra diferencia importante es que el cálculo se realiza para tres climáticas europeas independientes. Sin embargo, esto sólo ocurre en modo calefacción. Para el modo de refrigeración, el cálculo se realiza sólo para un escenario.
Además, el nuevo método de cálculo de eficiencia establece requisitos de eficiencia energética mínimos que son superiores a los actuales, lo que obliga a una reclasificación de estos aparatos.
Aquí puedes ver un ejemplo del antiguo etiquetado y el nuevo:
Nueva etiqueta |
Antigua etiqueta |
Esta nueva identificación, nos va a ayudar a elegir el aire acondicionado más eficiente tanto por energía utilizada para proporcionar frío y calor (por separado) como el ruido que emite (tanto hacia el exterior como hacia el interior) y saber que calificación tiene nuestro equipo en comparación con la media Europea.
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