El reto de la energía es una de las mayores pruebas que Europa debe superar hoy en día. El aumento de los precios de la energía y la dependencia creciente de las importaciones ponen en peligro nuestra seguridad y competitividad. Es necesario tomar decisiones críticas para reducir las emisiones y frenar el cambio climático. En la próxima década habrá que realizar grandes inversiones si queremos preparar las instalaciones e infraestructuras europeas para el futuro.
En este contexto, la "estrategia Energía 2020" ofrece un marco europeo sólido y ambicioso para la política energética, define las prioridades para los próximos diez años en este ámbito y establece las medidas que deben tomarse.
Ahorro energético del 20% en 2020
La eficiencia energética es uno de los principales objetivos para 2020 y además es la clave para alcanzar nuestros objetivos a largo plazo en materia de energía y cambio climático, y la manera más rentable de:
- reducir las emisiones
- mejorar la seguridad y la competitividad energéticas
- mantener al mínimo los costes de la energía.
Libre circulación de la energía
El gas y la electricidad se transportan a través de redes y gasoductos que a menudo traspasan las fronteras nacionales. Inevitablemente, las decisiones de política energética adoptadas por un país repercuten en otros.
Las medidas para garantizar la libre circulación de la energía en el mercado de la UE ayudan a los ciudadanos y las empresas de muchas maneras:
- precios competitivos y más fiables
- mayor oferta para los consumidores
- seguridad para los inversores en tecnologías e infraestructuras renovables
- mayor seguridad del abastecimiento
Energía segura y asequible
Un mercado interior que funcione con suficientes infraestructuras de transporte y almacenamiento es la mejor garantía para la seguridad del abastecimiento, ya que la energía seguirá los dictados del mercado y llegará hasta donde sea necesaria. Sin embargo, es necesario contar con redes de seguridad para proteger a los consumidores vulnerables y garantizar el abastecimiento en épocas de crisis. La finalidad de la política energética de la UE es proteger a los ciudadanos frente a este tipo de riesgos.
Giro tecnológico
Si no da un giro tecnológico, la UE fracasará en sus ambiciones de descarbonizar los sectores de la electricidad y el transporte para 2050. ElPlan Estratégico Europeo de Tecnología Energética (Plan EETE) establece una estrategia a medio plazo válida para todos los sectores.
Deben acelerarse los proyectos de desarrollo y demostración para las principales tecnologías, como:
- biocombustibles de segunda generación
- redes y ciudades inteligentes
- captación y almacenamiento de CO2
- almacenamiento de electricidad y electromovilidad
- siguiente generación de sistemas de energía nuclear
- calefacción y refrigeración renovables
Los investigadores y las empresas de la UE tienen que intensificar sus esfuerzos para seguir en primera línea en el floreciente mercado internacional de las tecnologías de la energía e incrementar la cooperación con países no pertenecientes a la UE en tecnologías específicas.
Estrecha cooperación internacional
El mercado de la energía europeo es el mercado regional más grande (más de 500 millones de consumidores) y el mayor importador de energía del mundo. Varios de los retos a los que se enfrenta la UE —cambio climático, acceso al petróleo y al gas, desarrollo tecnológico, eficiencia energética— son comunes a la mayoría de los países y dependen de la colaboración internacional. La política energética internacional debe perseguir los objetivos comunes de seguridad del abastecimiento, competitividad y sostenibilidad. Aunque las relaciones con los países productores y de tránsito son importantes, las relaciones con países que son grandes consumidores de energía y, en particular, con países emergentes y en desarrollo tienen cada vez más importancia.
Fuente: Europa.eu
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